Dentro de mí el agitar,
suena dos veces y tres,
es la realidad confusa la que llama,
llueve sobre mi cabeza,
ese hilo delgado,
mientras expongo el rostro a la caricia húmeda,
mis piernas se reincorporan con la espuma,
mis dedos se deslizan por el cabello,
suspiro, tomo aire…no quiero salir,
deseo quedarme en este pequeño rio
que me lleve al mar…
me arrugo, reconozco
La necesidad de caminar,
llegar, empezar de una vez,
seco mi piel, la cubro de ropas,
unas pinceladas en el rostro,
tomo el bolso, chequeo las llaves y salgo.
Calor, desde el cemento, calor desde el cielo.
en el aire…
La gente pasa
corre, se detiene…
Las nubes no se dejan ver,
la bandera flamea recordándome
el lugar.
Puedo pestañar para desaparecer…